Un millón de emociones

Título: La maldición del mar
Autora: Shea Ernshaw
Editorial: Puck
Páginas: 320
Mi calificación: 5/5
Sinopsis: Tres jóvenes hermosas e incomprendidas llegaron al pueblo de Sparrow, en 1822.
Tres jóvenes hermosas e incomprendidas fueron ejecutadas por brujería un año más tarde.
La vida de las tres jóvenes se la llevó el mar.
Entonces cayó una maldición sobre Sparrow y, en el aniversario de la muerte de las hermanas Swan, la historia se repite.
Ellas han vuelto… con sed de venganza.
¿Quién podrá escapar de la canción del mar?

Como extra para el reto se nos pidió dar el significado a una palabra asignada, en mi caso me tocó luminiscencia, que significa: “Propiedad que tienen ciertos cuerpos de emitir luz tras haber absorbido energía de otra radiación (principalmente ultravioleta) sin elevar su temperatura.”
También se nos pidió contar un poco de algún personaje de la casa Ravenclaw de Harry Potter, y yo voy a contarles sobre Helena Ravenclaw, la hija de Rowena Ravenclaw y que después de su muerte llamaron la dama gris. Helena robó la diadema de su madre y huyo. Este objeto tiene un gran valor en la historia de los magos. Rowena, después de muerta, vive en el castillo Hogwarts como un fantasma.

Título: Doctor Blanco Rivera: Hacedor de tragedias
Autora: Nathalia Tórtora
Editorial: Vanadis
Páginas: 148
Mi calificación: 4/5
Sinopsis: El navío francés arribó poco antes de una madrugada otoñal. En Buenos Aires no hubo quien recibiese al único pasajero que descendió, envuelto en la sombra de la noche y bajo un sombrero que era demasiado grande para su cabeza. Cuando el amanecer porteño despertó a los primeros habitantes de la ciudad, algunas horas después del desembarco, La Gloire flotaba, muda, a varios metros de la costa. Dentro no había señales de vida o de muerte, solo el abandono de helados muros que repetían las voces de quienes revisaban sus recovecos como si se burlara de su curiosidad.
Fue un caso extraño, sin lugar a dudas.
El Doctor Hipólito Blanco Rivera —como se hizo llamar Niavasha en tierra americana— ya se había internado en las calles de Buenos Aires antes de que los primeros rayos del sol bañaran su piel. Había hallado su lóbrego refugio en una habitación vacía del segundo piso del Convento de San Francisco. Desde allí, observaría por un tiempo el nuevo mundo bajo el resguardo de la oscuridad. Observaría y aprendería a velocidad inhumana las costumbres locales para poder pronto mezclarse con la multitud. Niavasha llegó, como quien dice, en el momento indicado. El creciente brote de fiebre amarilla oscilaba al igual que un péndulo: constante y con sus altibajos. El escenario social no podría haber sido mejor para su festín.

Este es un libro corto, es verdad, y lo que pensé sería un problema para desarrollar una historia como la que plantea resultó ser una comodidad. La cantidad de páginas no afecta demasiado porque la trama está bien llevada y particularmente, siento que no le hace falta nada.

Entre estas páginas nos encontramos con una historia vampírica que transcurre en la ciudad de Buenos Aires 200 años atrás, en la que el nuevo mundo despertaba esperanzas en los europeos que sea la excusa que tengan, querían empezar de nuevo. Entre tanto inmigrante arribó en la ciudad un vampiro que, encubierto con el nombre de Hipólito Blanco Rivera, se hizo pasar por un médico nuevo para involucrarse en la sociedad Bonaerense mientras aprovechaba la gran epidemia que arrasaba la tierra para alimentarse sin llamar la atención.

Esta es una historia que se lee rápido a pesar del lenguaje de la época, la narración me gustó mucho especialmente por la ambientación que es excelente. Pude verme caminando por esos lugares que no conozco pero que tan bien se describieron, con la gente vestida como estaba y con la época cruda que se vivía. Disfruté mucho de este aspecto y de la mención de personajes que existieron y fueron importantes en nuestro país tantos años atrás. Este vampiro encontró mucho más que saciar su hambre entre las calles de Buenos Aires. Descubrió también un conflicto familiar de muchos años del que debía encargarse y mientras la ciudad se sumía en la oscuridad por tantas muertes, se desataba algo mucho peor que nadie sabía, pero que algunos pocos imaginaban.

La pluma de la autora ya la conocía, la he leído en varias ocasiones desde hace algunos años y siempre me gustó, pero el crecimiento en su estilo narrativo es más que evidente. Aplaudo eso.

En fin, no tengo mucho para decir, sí recomendarles el libro que es fluido y entretenido, se lee de tirón y se disfruta entre mates.