Reseña: "La ciudad de los fantasmas" de Victoria Schwab
agosto 16, 2019
Hola queridos lectores, espero que estén teniendo una semana excelente. Hoy paso por aquí para hablarles de lo que me pareció “La ciudad de los fantasmas” de la reina: Victoria Schwab. Tenía muchas ganas de leer este libro desde hace rato, más después de haber leído una obsesión perversa que es, hasta ahora, uno de los mejores libros que leí este año. Este libro lo gané en un sorteo a principios de año y me llegó hace poco. Duró poco en la pila de pendientes.
Vamos a lo nuestro.
Título: La ciudad de los fantasmas
Autora: Victoria Schwab
Editorial: Puck
Páginas: 256
ISBN: 9788492918249
Valoración: 4,5/5⭐
Sinopsis: Desde que Cass estuvo a punto de ahogarse (está bien, sí, se ahogó, pero no le gusta pensar en eso), puede correr el Velo que separa a los vivos de los muertos… y entrar al mundo de los espíritus. De hecho, Jacob, su mejor amigo, es un fantasma. Así que las cosas ya son bastante extrañas en su vida, pero se van a volver más extrañas aún.
Cuando a los padres de Cass les ofrecen realizar un programa de TV sobre los lugares más embrujados del mundo, la familia parte hacia Edimburgo, Escocia. Allí hay tumbas, castillos y pasadizos secretos rebosantes de fantasmas. Y cuando Cass conoce a una chica que comparte su «don», se da cuenta de cuánto le queda por aprender del Velo… y de sí misma. Cass tendrá que aprender rápido: la ciudad de los fantasmas es más peligrosa de lo que había imaginado.
Esta es la historia de Cassidy, una chica que se sale de los parámetros esperables dentro de la normalidad. Nada en su vida es muy normal que digamos, empezando porque sus papás son unos excéntricos escritores de libros sobre sucesos paranormales. Ser hija de una pareja de locos que siempre andan buscando contacto con fantasmas no debe ser muy fácil que digamos, más aún cuando los fantasmas forman secretamente parte de tu vida. Así es, Cass tiene acceso a la cortina que marca el intermedio, ese pequeño espacio en el que el mundo de los vivos se mezcla con el de los muertos, y es que un momento demasiado cerca de la muerte abrió esta posibilidad para ella. Lo que nadie sabe (o sabe y no cree) es que Cass tiene un mejor amigo que va con ella a todos lados. Se llama Jacob y es como ella, un chico raro, principalmente porque la única que puede verlo y escucharlo es nuestra joven protagonista.
Jacob es un fantasma que quedó atrapado de este lado del velo que divide la tierra de los vivos de la de los muertos, y entabló una perfecta y maravillosa amistad con Cass.
Todo esto ya es lo suficientemente raro, pero cuando los padres de la chica son contratados para documentar en la tv sucesos paranormales y les ofrecen viajar a Edimburgo para grabar, la vida de Cass realmente se va a poner rara. Y peligrosa.
Escocia es tierra de mitos, de leyendas, pero, sobre todo, de muchos fantasmas, y la sola mención del lugar despierta en ella y en Jacob la certeza de que permanecer allí será difícil, y que la presencia de fantasmas va a perturbar la estadía de nuestra pequeña chica. Así que, sin más, todos los personajes hasta ahora conocidos emprenden un viaje lleno de aventuras, en donde Cassy conocerá el verdadero peligro que representa su habilidad, descubrirá que los secretos de Jacob tienen significado, y vivirá un sinfín de aventuras al límite entre personas comunes y corrientes y un montón de fantasmas.
“La gente cree que los fantasmas solo salen de noche o en Halloween, cuando el mundo está oscuro y las paredes entre este y el otro lado se difuminan. Pero la verdad es que los fantasmas están por todas partes. En los muebles del pan del supermercado, en el jardín de tu abuela o en el asiento delantero del autobús. Que no puedas verlos no significa que no estén ahí.”
Este libro no solo me gustó, sino que me voló la cabeza. La trama, por más que sea algo súper visto ya en historias de fantasmas, se cuenta con la perversidad característica en las letras de Victoria, y lleva la historia con la agilidad necesaria para atrapar a los niños jóvenes a los que está dirigido el libro. Es maravilloso.
La historia no llega a ser escalofriante pero no se puede evitar que más de una vez te ponga los pelos de punta, y eso, alternado con el fuerte mensaje relacionado a la amistad que deja, es una experiencia altamente gratificante.
La narración está dirigida desde una primera persona desde la perspectiva de Cass, lo que hace que la conozcamos a fondo mientras vive cada una de las muchas cosas que tiene que atravesar en Escocia.
Me gustó mucho también la ambientación. Es maravillosa la forma en la que pude imaginarme una tierra que amo desde hace años. Tiene descripciones cortas y concisas de las ciudades viejas, cementerios, cuevas y castillos. Cada detalle que da tiene el espacio necesario y justo, nada ocupa demasiado tiempo, nada sobra y nada falta.
Lo único que me queda por decir es que espero que pronto se publique en español la segunda parte de esta historia, porque me muero por saber que más le tiene preparado el mundo de los fantasmas a Cass y Jacob.
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